El caso es que tenía que escribir algo. ¿Tema? Tema libre. Jaj. Como
si fuese tan fácil la ecuación albedrío/palabra. Tema libre es cualquier
tema, cualquier tema en verdad es ¿tema libre? Y síííí, uno goza
esto de ser absolutamente libre, al menos escribanilmente. Es ahí cuando
me pregunto ¿cuán libre es la mente? Y me contesta risueño el absoluto,
como diciéndome: che, si vas a poner límites dedicate a otra cosa y
otra cosa no siempre es tan libre, ni tan riesgosa, me respondo ya casi
exhausta. Luego de poco pensar (en verdad la mayoría suele decir “luego
de mucho pensar” pero, yo soy libre, ergo, luego de poco pensar me dije:
libre es quien puede y no quien quiere. Y ahora me quedé en el dilema
querer/poder y per favore, ni se te ocurra complicarme Sra. Mente. No
estoy hablando de amar y ambición, ehhhh estaba en el libre tema de ser
libre, ¿ no?
Acerca de la autora:
Ana Caliyuri
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