jueves, 10 de diciembre de 2015

Más vale no decir nada - Héctor Luis Rivero López


Pasó entonces a declarar el único testigo de los hechos: un chimpancé llamado FK, que había sido instruido por un científico para que entendiera el idioma de los sordos.
Una vez sentado el mono, un especialista en el lenguaje le preguntó con señas si él había visto al señor Fulano de Tal dispararle a quemarropa a Mengano de Tal.
El chimpancé se mantuvo quieto y mudo por un momento. Luego estiró sus brazos, los puso en cruz y comenzó a moverlos de abajo hacia arriba. Se detuvo, miró al juez, le enseñó los dientes, y con sus manos se cubrió las orejas, después los ojos y por último la boca. Acto seguido, se levantó y se marchó.
Intrigados, los magistrados le preguntaron al especialista qué quiso decir el mono. Éste les dijo: “El mal conoce el bien, pero el bien no conoce el mal.”

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