—Perdoname, flaco. ¿No te dije a vos que hicieras algo con el tema de las estrellas?
—Me parece que se equivoca, don. A mí me dijo clarito que instalara relojes en algunas. Pero si los de la cuadrilla no hacen ni una bien, ¡qué quiere que haga! ¿Milagros?
—No; mejor milagros no. La última vez fue para macanas. Voy a ver si convenzo a la cuadrilla aquella para que lo haga.
Acerca del autor:
Héctor Ranea
No hay comentarios:
Publicar un comentario