Hoy me siento árbol, un árbol de otoño.Casi puedo sentir como caen una a una mis doradas hojas. Cuando quede sin nada, yerma y desnuda, casi; solo digo casi sin vida. No tendré abrigo, el frío congelara mis venas; el viento sacudirá sin piedad y casi inmisericorde mis ateridos miembros, a su merced perderé algunos, quebrados por el rayo o la tormenta.
Estaré sola…
Hasta que un día, un débil, casi tibio rayo de sol golpee mi herido cuerpo y descubra pequeño casi insignificante, el botón de la primera de muchas; muchísimas hojas entonces reviviré. Y volveré a sentirme árbol; un árbol de primavera.
Acerca de la autora:
Paula Duncan
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