Primero, me acechaban; luego, me atacaban en plena noche, envolviéndome, asfixiándome; se enrollaban en todo mi cuerpo y yo sudaba el sueño de los infames, intentando vanamente asirme a la mesita de los libros o a la cabecera, pero ellas me jalaban con una fuerza titánica.
Olían mal cuando se acercaban a mi boca y se introducían para sellar mis gritos. La de abajo, me lamía obscenidades; la de arriba, batía su lengua blanca y áspera.
Las maté de día y destruí su perfección estirada: varios tajos y desgarraduras. Fui al baño a lavarme las manos. Comenzaba a deshilacharme.
Acerca de la autora:
Lilian Elphick
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