sábado, 8 de agosto de 2015

En la estepa siberiana – Sergio Gaut vel Hartman


Mikhail Mikháilovich Strógoff contempló a Rodión Románovich Raskólnikov con una mueca que fluctuaba entre el asco y el odio.
—¿Se puede saber qué hace en esta microficción? —dijo el cartero.
—Iba a preguntar lo mismo —respondió el asesino de la usurera—. Pero antes de hacerlo me dije: “tal vez este cartero me traiga una carta de mi amigo Dostoievski”.
—¿Está loco? Los escritores no les escriben cartas a los personajes.
—Se ve que conoce poco el alma rusa. Fiódor me ha escrito docenas de cartas.
—¿Estoy obligado a creerle?
—No tiene más remedio. Si está en esta microficción es cierto, por lo menos para este universo, y usted está obligado a aceptarlo. Lo que alguien escribe, más acá o más allá de su calidad, tiene fuerza de ley y pronóstico de inmortalidad.
—¡Qué pedante! —exclamó Strógoff.
—¿Yo?
—El que escribe.
Raskólnikov abrió los brazos, mostró las palmas de las manos y sonrió. —Hay que resignarse; así son las cosas.
—Otra oportunidad perdida —murmuró el cartero. Y luego, en voz más alta, agregó—: Tome su carta. ¿Me regala la estampilla? Colecciono, ¿sabe?

Acerca del autor:
Sergio Gaut vel Hartman

1 comentario:

  1. Muy bueno, Sergio. La película dentro de la película. El microrrelato dentro de "Miguel Strogoff, el correo del Zar" y "Crimen y castigo", novelas inmensas de Verne y Dostoievski.

    ResponderEliminar