domingo, 3 de enero de 2016

Lógica militar - Enrique Tamarit Cerdá


Se encomendó al batallón permanecer en el campamento de refugiados durante tres días, en misión de paz. Fueron tres días inolvidables para niños, ancianos, mujeres y tullidos de diversa consideración: hubo un tiovivo con carros de combate, disparos de artillería pesada lanzando confeti al cielo, y agua caliente con lanzallamas; también hubo carreras de cojos fingidos contra cojos verdaderos, y hubo, al final, una velada de teatro, cordero asado y emotivos cantos. Al amanecer del cuarto día, un inesperado despacho desató frenética actividad. El batallón recogió sus pertrechos, hizo limpieza, repartió algunos dulces, algunos medicamentos, algunos abrazos y se retiró varias leguas. Se ordenó a los soldados cambiar sus cascos de un color por cascos de otro color; luego se oyeron feroces gritos agresores, secas explosiones, un eco de débiles lamentos, luego nada. Al mediodía, humeaba la desolada estepa sin vida.

Acerca del autor:
Enrique Tamarit Cerdá

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