domingo, 3 de enero de 2016

Las ensombradas resonancias de Moby Duck – José Luis Velarde


—Hay tardes más oscuras que otras —soltó Moby Duck, apenas descendido en la colina donde hablábamos de tormentas.
—Y que lo diga un pato migratorio y albino de seguro le confiere razón —dijo Rocky Raccoon.
—El camino de regreso siempre es distinto del camino que nos condujo al destino inicial. ¿O no? —apuntó Moby Duck.
—El pato es filósofo y parece inteligente —dijo The Walrus con aire melancólico.
—Una joya deja de serlo cuando no hay quien la aprecie —dijo el ave agradecida.
The Octopus intervino rascándose la cabeza con cuatro tentáculos a la vez:
—Lo malo es que a pesar de reunir características singulares y pronunciar reflexiones de aparente profundidad... Me reservo mis opiniones. Debo señalar que Moby Duck no pertenece al selecto grupo de personajes aparecidos en canciones de los Beatles. Así que en representación de nuestra comunidad solicito a tan gracioso pato marcharse al instante.
—Somos lo que somos y a veces sólo somos seres imaginarios que se sienten vivos —graznó Moby Duck al hundirse en el cielo.
La lluvia se hizo más intensa. Había algo familiar en el pato distanciándose como una mancha blanca en el horizonte ensombrecido. Lo vi como si fuera capaz de revelar las respuestas que no puedo ofrecer.
Moby Duck no regresó jamás.
Desde entonces navego un mar de óxido de hierro para buscarlo.
Día tras día me sumerjo en las cintas polvorientas de los Beatles donde quizá se esconde el extraño visitante. Lo supongo protagonista de una canción olvidada en un delirio oceánico de la década de los sesenta.
Mis amigos me conminan a interrumpir la búsqueda. Alegan que no hay misterios en la mitología de los Beatles, pero no saben que esta búsqueda es personal y no ofrecen argumentos que la impidan. Mi vida es aburrida por más que me consideren un filósofo encumbrado en una colina. No saben que la sabiduría me condena a la inmovilidad. Quiero saber si soy algo más que un sueño firmado por Lennon y McCartney. Quiero descubrirme vivo y desentrañar el misterio representado por el pato blanco, el inquietante y escurridizo Moby Duck.
A partir de hoy: ¡Llamadme Ismael!

Acerca del autor:
José Luis Velarde

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