Dadael, el ángel encargado de tallar dados, un maestro para los cubos de aristas mochas, se quedó de una pieza cuando del piso de más arriba le pidieron un juego de dados cargados. El tema de la Tierra no se podía resolver más con el azar, pero el nuevo directorio neoliberal pondría el grito en el cielo si el Jefe empezaba a poner las cosas en orden. Dadael se encogió de hombros y empezó a tallar los nuevos dados. Él, de política, no entendía nada.
Acerca del autor:
Héctor Ranea
Héctor Ranea
No hay comentarios:
Publicar un comentario